(PARA PONERSE "LAS ALCALINAS"; QUE DURAN MÁS)
Cuando la depresión
se aposente en tu mente
impidiéndote razonar;
cuando la congoja
sea una losa en tu pecho
que, casi, ni respirar te permite;
piensa en mí un instante
y, raudo como el viento,
a tu lado acudiré
para, por risas, trocar tu llanto
y pintar en tu corazón
los colores que la tristeza le borró