
(A GRANADA)
Paseo por tus callejas
y siento resonar en mi
antiguas voces del pasado;
la bullante vida
que un día tuviste
desgarra jirones de mi piel;
entonces siento que me llama insistente
la templada y ronca voz de un guitarra
que está cantando por Granainas
En una ciudad para soñar
Boabdil té convirtió;
emblema de la Morería,
enviada de la cristiandad.
No sé, Granada, ¿Quién fue
el alquimista que, de ti enamorado,
con sus pocimas te encantó;
lo único que sé
es lo que el cantor
un día proclamó
"No hay desgracia más grande
que la de ser ciego
viviendo en Granada"